La Hipótesis del Simio Acuático: un chapuzón evolutivo
Esta hipótesis , que ha sido tanto cuestionada como defendida por infinidad de biólogos, antropólogos y paleoantropólogos plantea un curioso panorama evolutivo.
Se basa en la suposición de que, al encontrarse con las dificultades de conseguir alimento que ofreció la sabana, los primeros homínidos pudieron dirigir su vista a los cuerpos acuáticos (lagos, ríos, y se piensa que principalmente la costa africana). Esto pudo estar motivado, además de por la búsqueda de pequeños crustáceos, moluscos o incluso algunos peces, por la necesidad de huir de los depredadores de la sabana.
Y puede que llegados a este punto, el lector se esté preguntando cuáles son, si es que las hay, las pruebas en que se apoya esta hipótesis. Lo cierto es que destaparía en caso de comprobarse, muchas respuestas a las variadas preguntas sobre nuestra propia fisionomía:
- El hecho de que el ser humano se vea desprovisto del pelaje con el que cuentan los primates. Esto ayudaría al homínido primitivo a secarse con mayor rapidez al salir del agua.
- La capacidad de controlar la respiracion a voluntad, que no tiene el resto de animales terrestres
- La alta sensibilidad en las manos de la que gozamos, ya que posiblemente algunos de los ambientes submarinos en los que estos homínidos buscaron alimento eran más oscuros, o simplemente no eran capaces de ver nada bajo el agua.
- La naturalidad con la que el ser humano se adapta a nadar, y que incluso se considere una práctica placentera, en contraste con los torpes movimientos que haría prácticamente cualquier primate, aún si se le da un entrenamiento especial.
- La forma y distribución del pelo de la espalda humana, que ofrece resistencia nula al agua cuando se nada
- O incluso la forma de nuestra nariz, sin duda única en el mundo animal, que en posición natatoria impide la entrada de agua en las fosas nasales, no siendo así en el caso de los primates
- Hay incluso quienes incluso van un paso más allá y se apoyan en que la flotabilidad del agua ayudó a desarrollar el bipedismo
Sea como sea, tanto si esta hipótesis resulta en una reveladora explicación para el mundo de la paleoantropología como si queda como una curiosa historia nacida de un elegante cúmulo de coincidencias, este enfoque evolutivo puede llegar a cambiar las ideas pre-establecidas que quizás teníamos sobre la evolución.
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